viernes, 28 de noviembre de 2008

Armas radiactivas




Hiroshima 1945




El 6 de agosto de 1945 la segunda bomba atómica construida sobre la faz de nuestro planeta: Litlle Boy (pequeño chico), estalló a 580 metros sobre la ciudad de Hiroshima con una potencia equivalente a 12,500 toneladas de TNT. En fracción de segundos miles de personas se convirtieron en trozos de carne carbonizada, a la vez que sus órganos internos hirvieron; mientras otros miles quedaron cubiertos de sangre y con la piel de sus brazos colgando de las yemas de sus dedos. De 325,000 habitantes que había en Hiroshima en ese momento, 140,000 mueren antes de finalizar 1945 y para 1950 los muertos sumaron 200,000.
Fue la perspectiva de una Alemania nazi amenazando al mundo con bombas atómicas lo que estimuló el desarrollo del Proyecto Manhattan responsable de la construcción de los primeros artefactos atómicos. En octubre de 1939 Leo Slizard, físico húngaro, advirtió a Franklin Roosvelt sobre los peligros de `la bomba' en manos de los nazis, en una carta firmada, entre otros, por Albert Einstein; en respuesta el general Leslie Groves fue nombrado responsable del Proyecto Manhattan. Groves designó director de investigación a Robert Oppenheimer, quien a su vez reclutó a algunos de los científicos más importantes del mundo que se reunieron en los Alamos, en el desierto de Nuevo México. Groves se refirió alguna vez a ellos como "la colección de chiflados más grande nunca vista".
La tarea de los científicos consistía en diseñar una bomba completa en paralelo al proceso de producción de uranio y plutonio, montar el ingenio rápidamente de tal forma que se pudiera lanzar desde un avión: la bomba debía explotar en forma eficaz en el momento adecuado. Se investigó el comportamiento del uranio 235 y del plutonio 239, su química y su metalurgía, además se desarrolló un detonador de un disparador de neutrones, y se investigó la termodinámica de una explosión nuclear.










Finalmente el mecanismo de la Little Boy consistió en una masa subcrítica de U-235 que se dispara contra otra masa subcrítica. Al impactar se produciría una masa supercrítica que generaría una reacción en cadena acelerada e incontrolable, es decir explotaría.
En la primavera de 1944 el gobierno norteamericano decidió hacer explotar la primera bomba atómica en el campo de tiro de Alamogordo, Nuevo México, un territorio árido y llano que facilitaba las observaciones y la población más cercana se encontraba a 43 kilómetros. Inicialmente se pensó en tirarla directamente sobre Alemania pero el temor a que fallara los persuadió de no hacerlo.
Poco tiempo antes de tomar la decisión de hacer la prueba, Groves recibió la información de que los alemanes no podrían construir la bomba atómica, pero se lo ocultó a los científicos del Proyecto Manhattan.
Después de varios retrasos la prueba se fijó para el 4 de julio de 1945, pero al realizar una explosión previa con 100 toneladas de explosivos se encontró que la infraestructura no estaba adecuadamente preparada para garantizar la seguridad de los observadores.
El 9 de mayo de 1945 los nazis se rindieron y las tropas soviéticas sacaron a los tropas japonesas de Manchuria, China, ya no había necesidad de la bomba.
Finalmente, y a pesar de la capitulación nazi, la prueba se hizo el 16 de julio de 1945. El estallido produjo un destello tan brillante como 20 soles, que fue visto en tres de los estados colindantes, los observadores situados hasta una distancia de 25 km., sintieron una onda de calor similar a la que se percibe al lado de una chimenea. Una bola de fuego de 1.5 km., de diámetro se proyectó hacia el cielo; en pocos segundos el primer hongo nuclear de la historia alcanzó una altura de 12,000 metros. En ese momento Openheimer (confesaría más tarde) recordó los versos "me he convertido en la muerte, el destructor de mundos".
Tres semanas después la primera bomba atómica de 4,500 kg., de peso, y 20,000 toneladas de potencia se lanzó sobre Hiroshima y tres días más tarde el Fat Man se dejaba caer sobre Nagasaki con igual potencia, segando al vida de 140,000 personas.
La prensa estadounidense nos plantea que la decisión de realizar los bombardeos se tomó para salvar la vida de soldados norteamericanos, justificando salvar la vida de sus soldados a cambio de la vida civiles japoneses, una moral que el honor militar no creo que justifique, pero que los norteamericanos han utilizado reiteradamente a lo largo de este siglo.
Con Little Boy comienza la guerra fría que afortunadamente termina con la destrucción de un muro, sin la pérdida de vidas humanas y con el grito de NUNCA MAS...




ARMAS NUCLEARES
En la actualidad existen desplegadas alrededor del mundo más de 30.000 armas nucleares y si bien la inminencia de una "guerra nuclear" ha disminuído mucho desde el fin de la "guerrra fria" y con el "desmantelamiento" del mundo comunista, las posibilidades de accidentes nucleares persisten. Además han aparecido nuevas amenazas, especialmente la creación de armas nucleares por parte de grupos terroristas y la eventualidad de conflictos entre países no alineados con el tratado de desarme nuclear. Da la sensación que las consecuencias sanitarias del uso de armas nucleares ha dejado de ser una preocupación, pero la organización de la conferencia de Nueva York para la revisión del tratado de no proliferación nuclear constituye el último intento organizar un mundo libre de la amenaza nuclear.
Los objetivos militares que son los que se pretenden alcanzar con las armas nucleares se encuentran cerca de poblaciones por lo que su empleo repercute indudablemente en la sociedad civil y ha sido en la experiencia de los civiles donde se ha adquirido gran parte la información sobre los los efectos de la energía nuclear en la salud. Estos efectos dependen de la potencia del arma, de la altura alcanzada por la explosión, de la distancia al "punto cero" y así, el área letal de un arma viene definida por: "el área dentro de la cual el número de supervivientes iguala al de los fallecidos por explosión fuera de la misma". Hoy día cabe suponer que una única explosión nuclear en una ciudad de tamaño medio superaría la capacidad ayuda sanitaria de la ciudad de un país desarrollado, y que un ataque con múltiples armas superaría con mucho el esfuerzo de todo el país.
Aparte del riesgo de "origen militar" se ha demostrado que el colapso de la URSS ha creado un tráfico ilícito de material radiactivo, especialmente Plutonio cuyas consecuencias en las personas (o países) implicadas son todavía difíciles de valorar. Al mismo tiempo, existe riesgo para la salud en el personal que trabaja en el desarrollo del armamento nuclear y en personas que habitan en las proximidades de los centros de investigación nuclear. Son bien conocidas ya las consecuencias sanitarias de desastres nucleares como el de Chernobyl o de Mayak en la URSS. La incidencia de leucemia, neoplasias tiroideas y alteraciones genéticas en la descendencia de víctimas directas de dichos desastres. Se conoce que que la toxicidad del plutonio, el componente básico de las armas nucleares modernas se debe a sus efectos radiológicos, y así su ingestión, inhalación "irradian" las mucosas pulmonar y gastrointestinal causando lesiones irreversibles.

martes, 25 de noviembre de 2008

Chernobyl:





El accidente


En agosto de 1986, en un informe remitido a la Agencia Internacional de Energía Atómica, se explicaban las causas del accidente en la planta de Chernóbil. Éste reveló que el equipo que operaba en la central el sábado 26 de abril de 1986 se propuso realizar una prueba con la intención de aumentar la seguridad del reactor. Para ello deberían averiguar durante cuánto tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor una vez cortada la afluencia de vapor. Las bombas refrigerantes de emergencia, en caso de avería, requerían de un mínimo de potencia para ponerse en marcha (hasta que se arrancaran los generadores diésel) y los técnicos de la planta desconocían si, una vez cortada la afluencia de vapor, la inercia de la turbina podía mantener las bombas funcionando.
Para realizar este experimento, los técnicos no querían detener la reacción en cadena en el reactor para evitar un fenómeno conocido como
envenenamiento por xenón. Entre los productos de fisión que se producen dentro del reactor, se encuentra el xenón (Xe), un gas muy absorbente de neutrones. Mientras el reactor está en funcionamiento de modo normal, se producen tantos neutrones que la absorción es mínima, pero cuando la potencia es muy baja o el reactor se detiene, la cantidad de 135Xe aumenta e impide la reacción en cadena por unos días. Cuando el 135Xe decae es cuando se puede reiniciar el reactor.
Los operadores insertaron las barras de control para disminuir la potencia del reactor y esta decayó hasta los 30
MW. Con un nivel tan bajo, los sistemas automáticos detendrían el reactor y por esta razón los operadores desconectaron el sistema de regulación de la potencia, el sistema refrigerante de emergencia del núcleo y otros sistemas de protección. Estas acciones, así como la de sacar de línea el ordenador de la central que impedía las operaciones prohibidas, constituyeron graves y múltiples violaciones del Reglamento de Seguridad Nuclear de la Unión Soviética.
Con 30 MW comienza el envenenamiento por xenón y para evitarlo aumentaron la potencia del reactor subiendo las barras de control, pero con el reactor a punto de apagarse, los operadores retiraron manualmente demasiadas barras de control. De las 170 barras de
acero al boro que tenía el núcleo, las reglas de seguridad exigían que hubiera siempre un mínimo de 30 barras bajadas y en esta ocasión dejaron solamente 8. Con los sistemas de emergencia desconectados, el reactor experimentó una subida de potencia extremadamente rápida que los operadores no detectaron a tiempo. A la 1:23, cuatro horas después de comenzar el experimento, algunos en la sala de control comenzaron a darse cuenta de que algo andaba mal.
Cuando quisieron bajar de nuevo las barras de control usando el botón de
SCRAM de emergencia (el botón AZ-5 «Defensa de Emergencia Rápida 5»), estas no respondieron debido a que posiblemente ya estaban deformadas por el calor y las desconectaron para permitirles caer por gravedad. Se oyeron fuertes ruidos y entonces se produjo una explosión causada por la formación de una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que hizo volar el techo de 100 t del reactor provocando un incendio en la planta y una gigantesca emisión de productos de fisión a la atmósfera.







Reacciones inmediatas:


Minutos después del accidente, todos los bomberos militares asignados a la central ya estaban en camino y preparados para controlar el desastre. Las llamas afectaban a varios pisos del reactor 4 y se acercaban peligrosamente al edificio donde se encontraba el reactor 3. El comportamiento heroico de los bomberos durante las tres primeras horas del accidente evitó que el fuego se extendiera al resto de la central. Aun así, pidieron ayuda a los bomberos de Kiev debido a la magnitud de la catástrofe. Los operadores de la planta pusieron los otros tres reactores en refrigeración de emergencia. Dos días después, había 18 heridos muy graves y 156 heridos con lesiones de consideración producidas por la radiación. Todavía no había una cifra del número de muertos, pero un accidente nuclear aumenta día tras día la lista de víctimas, hasta pasados muchos años después.
El primer acercamiento en helicóptero evidenció la magnitud de lo ocurrido. En el núcleo, expuesto a la atmósfera, el
grafito del mismo ardía al rojo vivo, mientras que el material del combustible y otros metales se había convertido en una masa líquida incandescente. La temperatura alcanzaba los 2.500 °C y en un efecto chimenea, impulsaba el humo radiactivo a una altura considerable.
Al mismo tiempo, los responsables de la región comenzaron a preparar la evacuación de la ciudad de
Prípiat y de un radio de 10 km alrededor de la planta. Esta primera evacuación comenzó al día siguiente de forma masiva y se concluyó 36 h después. La evacuación de Chernóbil y de un radio de 36 km no se llevó a cabo hasta pasados seis días del accidente. Para entonces ya había más de 1.000 afectados por lesiones agudas producidas por la radiación.

Estructura de hormigón denominada "sarcófago", diseñada para contener el material radiactivo del núcleo del reactor y que fue diseñado para una duración de 30 años.
La mañana del sábado, varios helicópteros del ejército se preparaban para arrojar sobre el núcleo una mezcla de materiales que consistía en
arena, arcilla, plomo, dolomita y boro absorbente de neutrones. El boro absorbente de neutrones evitaría que se produjera una reacción en cadena. El plomo estaba destinado a contener la radiación gamma y el resto de materiales mantenían la mezcla unida y homogénea. Cuando el 13 de mayo terminaron las emisiones, se habían arrojado al núcleo unas 5.000 t de materiales.
Comenzó entonces la construcción de un túnel por debajo del reactor accidentado con el objetivo inicial de implantar un sistema de refrigeración para enfriar el reactor. Este túnel, así como gran parte de las tareas de limpieza de material altamente radiactivo, fue desarrollado por reservistas del ejército ruso, jóvenes de entre 20 y 30 años. Finalmente, jamás se implantó el sistema de refrigeración y el túnel fue rellenado con
hormigón para afianzar el terreno y evitar que el núcleo se hundiera debido al peso de los materiales arrojados. En un mes y 4 días se terminó el túnel y se inició el levantamiento de una estructura denominada sarcófago, que envolvería al reactor aislándolo del exterior. Las obras duraron 206 días.


Los efectos del desastre



La explosión provocó la mayor catástrofe en la historia de la explotación civil de la energía nuclear. 31 personas murieron en el momento del accidente, alrededor de 135.000 personas tuvieron que ser evacuadas inmediatamente de los 155.000 km² afectados, permaneciendo extensas áreas deshabitadas durante muchos años al realizarse la relocalización posteriormente de otras 215.000 personas. La radiación se extendió a la mayor parte de Europa, permaneciendo los índices de radiactividad en las zonas cercanas en niveles peligrosos durante varios días. La estimación de los radionucleidos que se liberaron a la atmósfera se sitúa en torno al 3,5% del material procedente del combustible gastado (aproximadamente 6 toneladas de combustible fragmentado) y el 100% de todos los gases nobles contenidos en el reactor. De los radioisótopos más representativos, la estimación del vertido es de 85 petabecquerelios de 137Cs y entre el 50 y el 60% del inventario total de 131I, es decir, entre 1600 y 1920 petabecquerelios. Estos dos son los radioisótopos más importantes desde el punto de vista radiológico, aunque el vertido incluía otros en proporciones menores, como 90Sr o 239Pu.




Fauna y flora:
Después del desastre, un área de 4 kilómetros cuadrados de pinos en las cercanías del reactor adquirieron un color marrón dorado y murieron, adquiriendo el nombre de "Bosque Rojo". Algunos animales en las zonas más afectadas también murieron o dejaron de reproducirse. Una manada de caballos abandonada en una isla a 6 km de la central nuclear se extinguió al desintegrarse sus glándulas tiroides.
En los años posteriores al desastre, en la zona de exclusión abandonada por el ser humano ha florecido la vida salvaje. Bielorrusia ya ha declarado una
reserva natural, y en Ucrania existe una propuesta similar. Varias especies de animales salvajes y aves que no se habían visto en la zona antes del desastre, se encuentran ahora en abundancia, debido a la ausencia de seres humanos en el área.
En un estudio de 1992-1993 de las especies cinegéticas de la zona, en un kilo de carne de corzo se llegaron a medir hasta cerca de 300.000 bequerelios de cesio-137. Esta medida se tomó durante un periodo anómalo de alta radiactividad posiblemente causado por la caída de agujas de pino contaminadas. Las concentraciones de elementos radiactivos han ido descendiendo desde entonces hasta un valor medio de 30.000 Bq en 1997 y 7.400 en 2000, niveles que siguen siendo peligrosos. En Bielorrusia el límite máximo permitido de cesio radiactivo en un kg de carne de caza es 500 Bq. En Ucrania es de 200 Bq para cualquier tipo de carne.










Controversia sobre las estimaciones de víctimas:








Se prevé que la mayoría de muertes prematuras causadas por el accidente de Chernóbil sean el resultado de cánceres y otras enfermedades inducidas por la radiación durante varias décadas después del evento. Una gran población (algunos estudios consideran la población completa de Europa) fue sometida a dosis de radiación relativamente bajas, incrementando el riesgo de cáncer en toda la población (según el modelo lineal sin umbral). Es imposible atribuir muertes concretas al accidente, y muchas estimaciones indican que la cantidad de muertes adicionales será demasiado pequeña para ser estadísticamente detectable (por ejemplo, si una de cada 5.000 personas muriese debido al accidente, en una población de 400 millones habría 80.000 víctimas mortales debidas al accidente, estadísticamente indetectables). Además, las interpretaciones del estado de salud actual de la población expuesta son variables, por lo que los cálculos de víctimas se basan siempre en modelos numéricos sobre los efectos de la radiación en la salud. Por otra parte los efectos de radiación de bajo nivel en la salud humana aún no se conocen bien, por lo que ningún modelo usado es completamente fiable (afirmando incluso varios autores que el efecto de la hormesis, que está comprobado en la acción de otros elementos tóxicos, también debería aplicarse a las radiaciones).
Dados estos factores, los diferentes estudios sobre los efectos de Chernóbil en la salud han arrojado conclusiones muy diversas, y están sujetos a controversia política y científica. A continuación se presentan algunos de los principales estudios.





Efectos inmediatos

La contaminación de Chernóbil no se extendió uniformemente por las regiones adyacentes, sino que se repartió irregularmente dependiendo de las condiciones meteorológicas. Informes de científicos soviéticos y occidentales indican que Bielorrusia recibió alrededor del 60% de la contaminación que cayó en la antigua Unión Soviética. El informe TORCH 2006 afirma que la mitad de las partículas volátiles se depositaron fuera de Ucrania, Bielorrusia y Rusia. Una gran área de la Federación rusa al sur de Briansk también resultó contaminada, al igual que zonas del noroeste de Ucrania.
En
Europa occidental se tomaron diversas medidas al respecto, incluyendo restricciones a las importaciones de ciertos alimentos. Las afirmaciones de altos funcionarios de Francia en el sentido de que el accidente de Chernóbil no había tenido efectos importantes en su país fueron ridiculizadas con el argumento de que la nube radiactiva se habría detenido en las fronteras alemana e italiana.
Doscientas personas fueron hospitalizadas inmediatamente, de las cuales 31 murieron (28 de ellas debido a la exposición directa a la radiación). La mayoría eran bomberos y personal de rescate que participaban en los trabajos para controlar el accidente. Se estima que 135.000 personas fueron evacuadas de la zona,incluyendo 50.000 habitantes de Prípiat (Ucrania). Para más información en cuanto al número de afectados, véanse las secciones siguientes.
Científicos soviéticos informaron que el reactor 4 contenía entre 180 y 190
toneladas de dióxido de uranio y productos de fisión.Las estimaciones de material liberado en el escape van del 5% al 30%, pero algunos liquidadores que estuvieron dentro del sarcófago y de la contención del reactor (p.ej. Usatenko y el dr. Karpan afirman que dentro no queda más del 5 ó 10% del combustible. Debido al intenso calor provocado por el incendio, los isótopos radiactivos liberados, procedentes de combustible nuclear se elevaron en la atmósfera dispersándose en ella.
Los "
liquidadores" recibieron grandes dosis de radiación. Según estimaciones soviéticas, entre 300.000 y 600.000 liquidadores trabajaron en las tareas de limpieza de la zona de evacuación de 30 km alrededor del reactor, pero parte de ellos entraron en la zona dos años después del accidente.







Efecto en la salud a largo plazo

Inmediatamente después del accidente, la mayor preocupación se centró en el yodo radiactivo, con un periodo de semidesintegración de ocho días. Hoy en día (2008) las preocupaciones se centran en la contaminación del suelo con estroncio-90 y cesio-137, con periodos de semidesintegración de unos 30 años. Los niveles más altos de cesio-137 se encuentran en las capas superficiales del suelo, donde son absorbidos por plantas, insectos y hongos, entrando en la cadena alimenticia.
De acuerdo con el informe de la Agencia de Energía Nuclear de la
OECD sobre Chernóbil, se liberaron las siguientes proporciones del inventario del núcleo.
133Xe 100%, 131I 50-60%, 134Cs 20-40%, 137Cs 20-40%, 132Te 25-60%, 89Sr 4-6%, 90Sr 4-6%, 140Ba 4-6%, 95Zr 3,5%, 99Mo >3,5%, 103Ru >3,5%, 106Ru >3,5%, 141Ce 3,5%, 144Ce 3,5%, 239Np 3,5%, 238Pu 3,5%, 239Pu 3,5%, 240Pu 3,5%, 241Pu 3,5%, 242Cm 3,5%
Las formas físicas y químicas del escape incluyen gases, aerosoles y, finalmente, combustible sólido fragmentado. Sobre la contaminación y su distribución por el territorio de muchas de estas partes esparcidas por la explosión del núcleo no hay informes públicos.
Algunas personas en las áreas contaminadas fueron expuestas a grandes dosis de radiación (de hasta 50
Gy) en la tiroides, debido a la absorción de yodo-131, que se concentra en esa glándula. El yodo radiactivo procedería de leche contaminada producida localmente, y se habría dado particularmente en niños. Varios estudios demuestran que la incidencia de cáncer de tiroides en Bielorrusia, Ucrania y Rusia se ha elevado enormemente. Sin embargo, algunos científicos piensan que la mayor parte del aumento detectado se debe al aumento de controles. Hasta el presente no se ha detectado un aumento significativo de leucemia en la población en general. Algunos científicos temen que la radiactividad afectará a las poblaciones locales durante varias generaciones.
Las autoridades soviéticas comenzaron a evacuar la población de las cercanías de la central nuclear de Chernóbil 36 horas después del accidente. En mayo de 1986, aproximadamente un mes después del accidente, todos los habitantes que habían vivido en un radio de 30 km alrededor de la central habían sido desplazados. Sin embargo la radiación afectó a una zona mucho mayor que el área evacuada.







Accidente de Chernobyl


El accidente de Chernóbil (en ruso Черно́быльская ава́рия, "Chernóbylskaya aváriya; en idioma ucraniano Чорнобильська катастрофа, "Chornobilʹsʹka katastrofa"), acontecido en dicha ciudad de Ucrania el 26 de abril de 1986, ha sido el accidente nuclear más grave de la Historia, siendo el único que ha alcanzado la categoría de nivel 7 (el más alto) en la escala INES.
Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la
Central Nuclear de Chernóbil, produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
La cantidad de material radiactivo liberado, que se estimó fue unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica arrojada en
Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas, forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación de unas 135.000 personas y provocó una alarma internacional al detectarse radiactividad en diversos países de Europa septentrional y central.
Además de las consecuencias económicas, los efectos a largo plazo del accidente sobre la salud pública han recibido la atención de varios estudios. Aunque sus conclusiones son objeto de controversia, sí coinciden en que miles de personas afectadas por la contaminación han sufrido o sufrirán en algún momento de su vida efectos en su salud.
Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre definitivo de la central, completado en diciembre de
2000. Desde 2004 se lleva a cabo la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Aspectos negativos del tratamiento nuclear:


La sociedad siempre ha temido todo lo relacionado con energía, centrales o tratamiento de residuos nucleares. La amenaza de un accidente nuclear, producción de desechos radiactivos o proliferación de las armas nucleares son algunos ejemplos de la fobia existente.
En anteriores entradas veníamos hablando sobre la
Revolución Energética que se aproximaba y dada la importancia de este movimiento hemos querido ir enlazando diferentes tecnologías, fuentes y recursos que harían posible una independencia de los Hidrocarburos como impulsor de nuestra economía y desarrollo.
Se producen residuos nucleares en cada una de las etapas del ciclo del combustible nuclear, desde la minería del uranio al reprocesamiento del combustible nuclear irradiado. La mayor parte de la basura nuclear permanece siendo peligrosa por miles de años, dejando así una peligrosa herencia a las futuras generaciones.
La extracción del plutonio mediante el reprocesamiento resulta en un enorme volumen de residuos líquidos altamente radiactivos. Parte de esta basura producida durante el reprocesamiento se mezcla con material de vidrio caliente y es solidificada, resultando en varillas de vidrio que se clasifican también como HLW. Este proceso de vitrificación hace mas fácil el transporte y el almacenamiento de los residuos
Etapas básicas de todo tratamiento nuclear:
1. Extracción de Uranio. El Uranio usado en plantas de energía nuclear suele ser extraido en países como Canadá, Australia, Rusia y Nigeria. En este primera etapa el riesgo se debe a la respiración de gases radiactivos pudiendo derivar en cancer pulmonar. Esto último añadido al efecto contaminante de aguas y tierras.
2. Enriquecimiento de Uranio. El Uranio obtenido de forma natural no es apropiado para la fisión nuclear, así que para darle uso en un reactor nuclear necesita ser enriquecido, generando este proceso cantidades masivas de partículas radiactivas. Estos restos suelen emplearse en armas.
3. El material enriquecido es convertido a dióxido de uranio y comprimido para obtener “fuel rods” (Buscar).
4. Dentro de la central, el uranio es dividido para poder calentar el agua dentro de un reactor y de esta forma se obtiene energía eléctrica.
5. El procesado resulta en un desarrollo químico de partículas de uranio y plutonio. Se estima que haya un stock de 230.000 kg de plutonio y sólo hace falta 5 kg para generar una bomba nuclear. Algunos isótopos radiactivos muy peligrosos como el cesio, estroncio, iodo, criptón y plutonio se generan durante la operación normal de un reactor nuclear. El plutonio es particularmente peligroso dado que puede ser utilizado en armas nucleares si se lo separa del combustible nuclear irradiado mediante un tratamiento químico denominado “reprocesamiento”.
6. El gran problema consiste en cómo eliminar toda esa basurilla que se genera.
Todo hace indicar que no es una energía limpia pero si muy productiva. El día que se encuentre un método para eliminar estos desechos radiactivos será una energía a considerar como verdadero sustituto ni como una simple alternativa adicional.
Los últimos accidentes de importancia han sido Windscale (1957), Three Mile Island (1979), Chernobyl (1986) y Tokalmura (1999).

Desechos radiactivos


Otro de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad entera con el tema de la utilización de la radiactividad con diferentes fines es el tema de los desechos radiactivos.La industria nuclear considera residuo radiactivo a cualquier material que contiene radionúcleidos en concentraciones superiores a las establecidas por las autoridades competentes y para el cual no está previsto ningún uso. Los residuos radiactivos se pueden clasificar de muy diversas maneras en función de sus características, como por ejemplo, su estado físico (es decir si son gases, líquidos o sólidos), el tipo de radiación que emiten (alfa, beta o gamma), el periodo de semidesintegración (vida corta, media o larga), y su actividad específica (baja. media, alta). Es normal verlos clasificados en residuos de baja, media y alta actividad y, aunque en algunos países se gestiona cada tipo por separado, en países como España se hacen sólo dos categorías: los de baja y media actividad por un lado y los de alta por otro.

Elementos radiactivos

Algunas substancias químicas están formadas por elementos químicos cuyos núcleos atómicos son inestables, como consecuencia de esa inestabilidad los átomos de esas substancias emiten partículas subatómicas de forma intermitente y de manera aleatoria.
En general son radioactivas las sustancias que presentan un exceso de
protones o neutrones. Cuando el número de neutrones no es igual que el número de protones se hace más difícil que la fuerza nuclear fuerte debida al efecto del intercambio de piones pueda mantenerlos unidos. Eventualmente el desequilibrio se corrige mediante la liberación del exceso de neutrones o protones, en forma de partículas α que son realmente núcleos de Helio, partículas ß que pueden ser electrones o positrones. Estas emisiones llevan a dos tipos de radiactividad:
Radiación α, que aligera los núcleos atómicos en 4 unidades másicas, y cambia el número atómico en dos unidades.
Radiación ß, que no cambia la masa del núcleo, ya que implica la conversión de un protón en un neutrón o viceversa, y cambia el número atómico en una sola unidad (positiva o negativa, según la partícula emitida sea un electrón o un positrón).
Además existe un tercer tipo de radiación en que simplemente se emiten fotones de alta frecuencia, llamada radiación γ. En este tipo de radicación lo que sucede es que el núcleo pasa de un estado excitado de mayor energía a otro de menor energía, que puede seguir siendo inestable y dar lugar a la emisión de más radiación de tipo α, β o γ. La radiación γ es un tipo de
radiación electromagnética muy penetrante debido a que los fotones no tienen carga eléctrica.

¿Qué es la Radiación?

El fenómeno de la radiación consiste en la propagación de energía en forma de ondas electromagnéticas o partículas subatómicas a través del vacío o de un medio material.
La radiación propagada en forma de ondas electromagnéticas (Rayos X, Rayos UV, etc.) se llama
radiación electromagnética, mientras que la radiación corpuscular es la radiación transmitida en forma de partículas subatómicas (partículas α, neutrones, etc.) que se mueven a gran velocidad en un medio o el vacío, con apreciable transporte de energía.
Si la radiación transporta energía suficiente como para provocar
ionización en el medio que atraviesa, se dice que es una radiación ionizante. En caso contrario se habla de radiación no ionizante. El carácter ionizante o no ionizante de la radiación es independiente de su naturaleza corpuscular u ondulatoria.
Son radiaciones ionizantes los Rayos X, Rayos γ, y Partículas α, entre otros. Por otro lado, radiaciones como los Rayos UV y las ondas de radio, TV o de telefonía móvil, son algunos ejemplos de radiaciones no ionizantes.